Para que los padres no se quemen...
Una película que invita a la reflexión y al debate sobre la educación pública de todos y para todos.

domingo, 20 de mayo de 2012

Los niños salvajes por PATRICIA FERREIRA "Me pongo del lado del más débil y los adolescentes lo son"



Ganadora del 15 Festival de Málaga. Cine Español, la nueva película de Patricia Ferreira, Los niños salvajes, se estrena el 25 de mayo en las salas.
La nueva película de Patricia Ferreira, cuarto largometraje de ficción de su carrera, se alzó con el máximo galardón en la reciente edición del Festival de Málaga. Cine Español, donde también ganó los premios al Mejor Guion (Patricia Ferreira y Virginia Yagüe), Mejor Actor de Reparto (Álex Monner) y Mejor Actriz de Reparto (Aina Clotet). Los niños salvajes, una producción de Distinto Films y Áralan Films, es un drama narrado en forma de thriller con el que la directora y guionista se adentra en el mundo de los adolescentes.
Drama narrado en forma de thriller
Nacido de una historia real, un suceso terrible que desató la curiosidad de la directora, el filme está protagonizado por Álex Monner, Marina Comas y Albert Baró, tres jóvenes normales, de familias normales, que viven en una gran ciudad. Aislados de sus padres y profesoras, incapaces de entenderse con ellos, nadie sabe qué pasa por sus cabezas, qué motiva sus acciones. “Su aislamiento emocional llevado al extremo tendrá consecuencias inesperadas que sacudirán a la sociedad”. Los niños salvajes avanza, con una estética propia del cine documental, al paso de una investigación. Alguien, que no se identifica en la ficción hasta el final, hace preguntas a los protagonistas y se muestran, desde el punto de vista de cada chico, los hechos ocurridos una noche concreta, para llegar al descubrimiento final, el suceso que ha provocado esas indagaciones.
Tomar partido
“Cuando vi la noticia en televisión empecé a pensar cómo era posible que un adolescente normal hubiera cometido un hecho así”, explica la directora, que ha vuelto a trabajar en el guion con Patricia Yagüe. Un tiempo de intensa investigación, en el que asistieron a clases con los chicos, hablaron con ellos y con los profesores… dio paso a una historia que fue adentrándose en ese universo de la adolescencia, hasta que las posiciones quedaron claras. Patricia Ferreira se pone del lado de los jóvenes protagonistas y mira el mundo a través de sus ojos. “¿Son realmente salvajes o simplemente lo parecen en nuestra mirada? ¿O los salvajes somos nosotros, con el continuo empeño de juzgarles y de marcar su vida?” se pregunta Ferreira, quien se responde a sí misma y al público con su propia película: “Somos nosotros, los adultos, los que les vemos como unos salvajes. Y yo me pongo del lado del más débil y ellos lo son, porque no saben nada del mundo y nosotros, sí”.
Limpiarse de prejuicios
La cineasta, que se confiesa sorprendida de la inteligencia emocional que ha descubierto en los adolescentes, asegura que tuvo que echar la vista atrás y recordar su propia adolescencia y limpiarse de prejuicios. “Al principio creía que estaba hablando con personas que no me entenderían y me encontré una gran inteligencia emocional. Comprendí que tenía que hablarles de igual a igual”.
Libertad de rodaje
Finalmente, los tres jóvenes protagonistas colaboraron con la energía propia de su edad en el rodaje y en la construcción de sus personajes, a los que aportaron algunas sugerencias en los diálogos. Los jóvenes actores, que debieron aprender a dibujar, montar en moto y practicar kickboxing, contagiaron de vitalidad al equipo de la película, que se permitió introducir cambios en las distintas fases de ésta. “Hemos rodado con mucha libertad –dice Patricia Ferreira-. Hay películas en las que es fundamental que los actores se ciñan al guion, aquí no fue así, nos permitimos cambios”.
Mundos paralelos
Con Aina Clotet, José Luis García Pérez, Francesc Orella y Marc Rodríguez, entre otros, en el reparto, la historia va mostrando la realidad de los adolescentes, “chicos que viven en un mundo paralelo al de los adultos. Creo que existe un problema de empatía, de memoria y de respeto. Los adultos tendríamos que saber que nuestros valores no son los únicos”. Así a la incomunicación consustancial a la adolescencia, la directora añade todo lo que rodea a los jóvenes y lleva al límite ese aislamiento emocional que experimentan. Más allá del suceso final de este relato, una excusa para bucear en el universo de los personajes principales, la película provoca una reflexión destinada al público adulto, “que no creo que vayan a ser indiferentes a la historia, igual que pienso que los que se van a sentir más a gusto con ella serán los jóvenes”.
De izquierda a derecha, Álex Monner, Marina Comas y Albert Baró, los protagonistas de la película.

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